Tras explicar la evolución del acordeón desde sus primitivas formas hasta mediados del siglo XX, vamos a detenernos ahora en estos 50 años que nos quedan hasta nuestros días.
En esta época el acordeón ha dado pasos importantísimos, ya que ha definido su ámbito; en otras palabras, se ha ESPECIALIZADO.
En esta época el acordeón ha dado pasos importantísimos, ya que ha definido su ámbito; en otras palabras, se ha ESPECIALIZADO.
No podemos hablar en este periodo de acordeón, como un instrumento de viento compuesto por fuelle y lengüetas; es preciso hablar de acordeones, ya que cada cultura, cada civilización ha modificado, desarrollado esa composición fuelle-lengüetas adaptándolo a sus exigencias sociales, culturales.
Ya no hay un acordeón, hay acordeones, diferentes modelos que guardan una gran relación unas con otras, ya que parten de la misma estructura: el fuelle y las lengüetas. Podemos encontrar así el bandoneón, cuyo sonido especial lo emplearon para acuñar los míticos tangos de Argentina, especializándose en dicho género musical. La trikitixa, de gran arraigo en Euskal Herria, a pesar de su origen extranjero, dado a su sonido alegre, "juguetón" se ha especializado en géneros musicales populares, alegres, vivos como el fandango, arín-arín, porrusalda, o la misma trikitixa.
Ya no hay un acordeón, hay acordeones, diferentes modelos que guardan una gran relación unas con otras, ya que parten de la misma estructura: el fuelle y las lengüetas. Podemos encontrar así el bandoneón, cuyo sonido especial lo emplearon para acuñar los míticos tangos de Argentina, especializándose en dicho género musical. La trikitixa, de gran arraigo en Euskal Herria, a pesar de su origen extranjero, dado a su sonido alegre, "juguetón" se ha especializado en géneros musicales populares, alegres, vivos como el fandango, arín-arín, porrusalda, o la misma trikitixa.
Estos dos instrumentos, estos dos acordeones, trikitixa y bandoneón, son claros exponentes de la especialización que ha sufrido el instrumento. Sin instrumentos diatónicos, sencillos, simples, cuyo campo, ámbito de ejecución es muy restringido por la carencia tonal que presenta y por el especial sonido que lo caracteriza.
Podríamos plantearnos la pregunta de si cabe la trikitixa por ejemplo en Argentina. La respuesta a nuestro parecer es negativa por unas cuantas razones:
En primer lugar el acordeón, la trikitixa en este caso, debería ser exponente claro de la cultura Argentina, cultura marcada sobre todo por el tango (Gardel, Piazzola, etc...). En este sentido el instrumento debería encajar en esa cultura y no al revés, y es obvio de que el carácter melancólico, reflexivo, profundo y marcado del tango exige un instrumento de tales cualidades, instrumento que no sería la trikitixa por su carácter ligero, alegra, festivo y suelto.
Es decir: el instrumento encaja en una determinada cultura, no es la cultura la que encaja. La cultura nace, el instrumento se crea para ser el medio eficaz para dar a conocer esa cultura, para desarrollarla, extenderla.
Cosa distinta ha sido la evolución del acordeón de concierto, tanto el acordeón-piano, como el acordeón-cromático o de botones. Este acordeón en vez de ceñirse a un solo campo, en vez de especializarse, es capaz de desarrollar, abarcar diversos estilos, desde lo clásico, pasando por lo popular, hasta lo más contemporáneo. Tal variedad temática ha sido posible gracias a inventos como los registros, que se tratan de varios juegos de lengüetas, que le proporcionan gran variedad de tonos y de octavas, cuya creación data del 1930. La creación del sistema "bassetti", ha sido otro gran invento que permite tocar la melodía en el teclado izquierdo, y no limitarlo únicamente al acompañamiento. Este sistema ha hecho de este instrumento algo muy complejo, cuya ejecución técnica exige una gran destreza, velocidad y coordinación de manos. Permite así, por ejemplo, ejecutar obras de Bach donde se coordinan diversas voces.
Sin embargo debemos señalar que no hay un único modelo de acordeón de concierto. Hay diversos modelos según el Estado. Así en la zona más occidental (España, Francia, Italia, etc...), el sistema que se emplea es el sistema italiano. Este sistema consta de un teclado derecho con cinco filas (hablamos del acordeón cromático), las tres primeras fundamentales, siendo la cuarta y quinta fila repetición de la primera y segunda respectivamente. La disposición de los botones es de grave a agudo. El sistema de la mano izquierda es igual al derecho (en el sistema "bassetti").
Sin embargo, hay otros sistemas como el ruso (acordeón-cromático, denominado allí "bayan" o "baian"), donde la disposición de los botones es diferente, siendo el orden de agudo a grave. Hay que señalar también otros sistemas como el finlandés, o el belga con su peculiar disposición de botones.
Pero esto no significa que nos encontremos ante diferentes acordeones. El acordeón es uno, pero dada la complejidad de su ejecución, cada escuela ha dispuesto los botones (equivale a notas, ya que un botón es una nota) de la forma que considere más apta para su ejecución. Son características menores que explica la adaptación del instrumento a las necesidades de cada escuela, intérprete.
Centrándonos ahora en Euskal Herria, podemos observar que aquí se ha dado desde siempre la dicotomía trikitixa-acordeón de concierto. Hasta hace pocos años este último acordeón había dominado el campo folklórico de nuestra tierra, era un elemento indispensable en las verbenas, romerías, fiestas, etc... la trikitixa, instrumento muy limitado, de un único tono y diatónico se veía subordinado a un instrumento complejo que podía abarcar toda clase de géneros.
Sin embargo, esta última década ha sufrido un cambio de posturas. La trikitixa ha ido ganando terreno gracias a la aparición de grupos folklóricos (Tapia y Leturia, Gozategi, Maixa eta Ixiar, Kepa Junkera, etc...), que además de los tradicionales bailes vascos han sabido investigar nuevos terrenos y hacer del instrumento un medio adecuado para su desarrollo.
El acordeón de concierto, en cambio, parece que se ha inclinado hoy en día por el campo más contemporáneo, de manos de concertistas como Bogdad Precz, Matti Rantanen, Jacques Mornet, Friedrich Lips, José Antonio Hontoria, etc... En este sentido podemos señalar que el campo folklórico, durante años dominado por el acordeón de concierto ha pasado a manos de la trikitixa. A pesar de ello, no debemos pasar por alto que la trikitixa es un acordeón no susceptible de innovación, mientras que el acordeón de concierto, gracias a las nuevas innovaciones técnicas no ha tocado todavía fondo y quedan muchas puertas por abrir, y muchos campos por desarrollar e investigar, pudiendo ser uno de ellos la posible incorporación a la orquesta sinfónica.
En primer lugar el acordeón, la trikitixa en este caso, debería ser exponente claro de la cultura Argentina, cultura marcada sobre todo por el tango (Gardel, Piazzola, etc...). En este sentido el instrumento debería encajar en esa cultura y no al revés, y es obvio de que el carácter melancólico, reflexivo, profundo y marcado del tango exige un instrumento de tales cualidades, instrumento que no sería la trikitixa por su carácter ligero, alegra, festivo y suelto.
Es decir: el instrumento encaja en una determinada cultura, no es la cultura la que encaja. La cultura nace, el instrumento se crea para ser el medio eficaz para dar a conocer esa cultura, para desarrollarla, extenderla.
Cosa distinta ha sido la evolución del acordeón de concierto, tanto el acordeón-piano, como el acordeón-cromático o de botones. Este acordeón en vez de ceñirse a un solo campo, en vez de especializarse, es capaz de desarrollar, abarcar diversos estilos, desde lo clásico, pasando por lo popular, hasta lo más contemporáneo. Tal variedad temática ha sido posible gracias a inventos como los registros, que se tratan de varios juegos de lengüetas, que le proporcionan gran variedad de tonos y de octavas, cuya creación data del 1930. La creación del sistema "bassetti", ha sido otro gran invento que permite tocar la melodía en el teclado izquierdo, y no limitarlo únicamente al acompañamiento. Este sistema ha hecho de este instrumento algo muy complejo, cuya ejecución técnica exige una gran destreza, velocidad y coordinación de manos. Permite así, por ejemplo, ejecutar obras de Bach donde se coordinan diversas voces.
Sin embargo debemos señalar que no hay un único modelo de acordeón de concierto. Hay diversos modelos según el Estado. Así en la zona más occidental (España, Francia, Italia, etc...), el sistema que se emplea es el sistema italiano. Este sistema consta de un teclado derecho con cinco filas (hablamos del acordeón cromático), las tres primeras fundamentales, siendo la cuarta y quinta fila repetición de la primera y segunda respectivamente. La disposición de los botones es de grave a agudo. El sistema de la mano izquierda es igual al derecho (en el sistema "bassetti").
Sin embargo, hay otros sistemas como el ruso (acordeón-cromático, denominado allí "bayan" o "baian"), donde la disposición de los botones es diferente, siendo el orden de agudo a grave. Hay que señalar también otros sistemas como el finlandés, o el belga con su peculiar disposición de botones.
Pero esto no significa que nos encontremos ante diferentes acordeones. El acordeón es uno, pero dada la complejidad de su ejecución, cada escuela ha dispuesto los botones (equivale a notas, ya que un botón es una nota) de la forma que considere más apta para su ejecución. Son características menores que explica la adaptación del instrumento a las necesidades de cada escuela, intérprete.
Centrándonos ahora en Euskal Herria, podemos observar que aquí se ha dado desde siempre la dicotomía trikitixa-acordeón de concierto. Hasta hace pocos años este último acordeón había dominado el campo folklórico de nuestra tierra, era un elemento indispensable en las verbenas, romerías, fiestas, etc... la trikitixa, instrumento muy limitado, de un único tono y diatónico se veía subordinado a un instrumento complejo que podía abarcar toda clase de géneros.
Sin embargo, esta última década ha sufrido un cambio de posturas. La trikitixa ha ido ganando terreno gracias a la aparición de grupos folklóricos (Tapia y Leturia, Gozategi, Maixa eta Ixiar, Kepa Junkera, etc...), que además de los tradicionales bailes vascos han sabido investigar nuevos terrenos y hacer del instrumento un medio adecuado para su desarrollo.
El acordeón de concierto, en cambio, parece que se ha inclinado hoy en día por el campo más contemporáneo, de manos de concertistas como Bogdad Precz, Matti Rantanen, Jacques Mornet, Friedrich Lips, José Antonio Hontoria, etc... En este sentido podemos señalar que el campo folklórico, durante años dominado por el acordeón de concierto ha pasado a manos de la trikitixa. A pesar de ello, no debemos pasar por alto que la trikitixa es un acordeón no susceptible de innovación, mientras que el acordeón de concierto, gracias a las nuevas innovaciones técnicas no ha tocado todavía fondo y quedan muchas puertas por abrir, y muchos campos por desarrollar e investigar, pudiendo ser uno de ellos la posible incorporación a la orquesta sinfónica.
7. MOVIMIENTO DEL ACORDEÓN A LO LARGO DEL MUNDO
Los desplazamientos del acordeón a lo largo del mundo se extienden en dos periodos distintos. Hasta 1910 más o menos, es en Europa donde el instrumento se propaga con diversa fortuna. Después de esta fecha, se le ve cruzar los océanos y entrar en las regiones más remotas de Asia, América y África. No ganará de golpe el favor popular pero su éxito se afirmará lentamente gracias a las cualidades de la pequeña lámina que lo anima: el estrangul libre metálico.
Desde el principio de su existencia, se intentó perfeccionarlo a fin de explotar se extrema diversidad de aptitudes de expresión. Pero el desaliento se adueñó frecuentemente de los buscadores que le abandonaban. Volvió a ser enseguida un objeto de bazar: un instrumento de juguete.
El acordeón no habiendo tenido el privilegio de tomar parte en la evolución de la expresión sonora, conserva el de aproximarse al pueblo. Si se le juzga por el inmenso éxito que ha encontrado, podemos admitir que esta necesidad no es una utopía.
Se comprende así los diversos trayectos que le condujeron del artesano a la casa del manufacturero, y como de los manufactureros al mundo comercial no hay más que un paso, éste fue alegremente salvado. Estas razones comerciales son el origen de las fluctuaciones más o menos afortunadas de estos múltiples éxodos.
Durante mucho tiempo se ha ignorado al deformarse sus verdaderas migraciones fundándose en el hecho de que no había sido fabricado más que en las regiones muy boscosas de Alemania. Sin embargo las últimas investigaciones confirman que es en Francia, en París donde durante medio siglo, el acordeón, irradia hacia los países vecinos antes de ser sofocado por la competencia ascendente.
En efecto, después de Austria y Francia, el acordeón se multiplicó en Alemania hacia 1836, en Thuringe, en Géra, antes de penetrar en Sajonia y después en Klingenthal. Esta última ciudad llegará a ser la placa giratoria del acordeón-juguete en Europa hasta cerca del 1890. Ella inundará por completo con sus productos los mercados internacionales gracias a los precios módicos practicados, haciendo sucumbir en primer lugar en Francia.
Este mercado comercial animará a nuevos fabricantes a establecerse en Berlín, en sus alrededores, y sobre todo en Bohemia, en Checoslovaquia, en Kraslitz y Hradec Klaloye; el acordeón pasó rápidamente a Polonia, Hungría y quizá Rusia.
Las fechas de introducción del acordeón en Rusia, así como los itinerarios supuestos, son aún demasiado imprecisos (1840? 1860?) para ser definitivos.
Durante este tiempo en Italia, en Castelfidardo, en la provincia de Ancone, se funda en 1863 un taller, el cual, modesto en sus inicios, tomará pronto grandes proporciones. Arrastrados por esta estela, numerosas ciudades italianas conocieron su celebridad gracias a esta producción: Macerata, Bolzano, San Giovanni in Croce, Stradella, Recanatti, Camerano, Vercelli.
Si el primer periodo puede ser pues considerado como el de la implantación de fabricantes en Europa, el segundo fue el de su difusión por el mundo.
Después de 1910, volviendo a la idea del acordeón como instrumento de música y a una hechura cada vez más cuidada, dos países (Alemania e Italia) tomarán para sí la producción y propagación del acordeón a todas partes del globo.
Desde el principio de su existencia, se intentó perfeccionarlo a fin de explotar se extrema diversidad de aptitudes de expresión. Pero el desaliento se adueñó frecuentemente de los buscadores que le abandonaban. Volvió a ser enseguida un objeto de bazar: un instrumento de juguete.
El acordeón no habiendo tenido el privilegio de tomar parte en la evolución de la expresión sonora, conserva el de aproximarse al pueblo. Si se le juzga por el inmenso éxito que ha encontrado, podemos admitir que esta necesidad no es una utopía.
Se comprende así los diversos trayectos que le condujeron del artesano a la casa del manufacturero, y como de los manufactureros al mundo comercial no hay más que un paso, éste fue alegremente salvado. Estas razones comerciales son el origen de las fluctuaciones más o menos afortunadas de estos múltiples éxodos.
Durante mucho tiempo se ha ignorado al deformarse sus verdaderas migraciones fundándose en el hecho de que no había sido fabricado más que en las regiones muy boscosas de Alemania. Sin embargo las últimas investigaciones confirman que es en Francia, en París donde durante medio siglo, el acordeón, irradia hacia los países vecinos antes de ser sofocado por la competencia ascendente.
En efecto, después de Austria y Francia, el acordeón se multiplicó en Alemania hacia 1836, en Thuringe, en Géra, antes de penetrar en Sajonia y después en Klingenthal. Esta última ciudad llegará a ser la placa giratoria del acordeón-juguete en Europa hasta cerca del 1890. Ella inundará por completo con sus productos los mercados internacionales gracias a los precios módicos practicados, haciendo sucumbir en primer lugar en Francia.
Este mercado comercial animará a nuevos fabricantes a establecerse en Berlín, en sus alrededores, y sobre todo en Bohemia, en Checoslovaquia, en Kraslitz y Hradec Klaloye; el acordeón pasó rápidamente a Polonia, Hungría y quizá Rusia.
Las fechas de introducción del acordeón en Rusia, así como los itinerarios supuestos, son aún demasiado imprecisos (1840? 1860?) para ser definitivos.
Durante este tiempo en Italia, en Castelfidardo, en la provincia de Ancone, se funda en 1863 un taller, el cual, modesto en sus inicios, tomará pronto grandes proporciones. Arrastrados por esta estela, numerosas ciudades italianas conocieron su celebridad gracias a esta producción: Macerata, Bolzano, San Giovanni in Croce, Stradella, Recanatti, Camerano, Vercelli.
Si el primer periodo puede ser pues considerado como el de la implantación de fabricantes en Europa, el segundo fue el de su difusión por el mundo.
Después de 1910, volviendo a la idea del acordeón como instrumento de música y a una hechura cada vez más cuidada, dos países (Alemania e Italia) tomarán para sí la producción y propagación del acordeón a todas partes del globo.
En Alemania, la fabricación se trasladará a Trossingen, ciudad situada en Wurtemberg, bajo la dirección de Mathias Hohner.
En Italia, Castelfidardo y sus ciudades vecinas, representadas por Paolo Soprani, consolidarán su renombre.
En Italia, Castelfidardo y sus ciudades vecinas, representadas por Paolo Soprani, consolidarán su renombre.
Desde esta fecha, entre dos grandes, se han efectuado aún muchos desplazamientos, se han hecho renombrados, mientras que el acordeón afirmaba lentamente su reciente consagración, persiguiendo su triple vocación: rehabilitar el principio de estrangul libre metálico, jugar su papel de educador popular, convertir al mayor número de profanos posible al lenguaje de la Música.
Fuente: Pablo Cepeda http://www.adamar.org/oldesign/num5/
En 1953 John H. Reuther dió a conocer en EUA el acordeón de teclado uniforme. Este tiene 3 hileras de teclas (la tercera está conectada mecánicamente a la primera). La disposición de las notas se basa en el sistema utilizado por Paul von Jankó en la construcción de pianos que hoy se conoce como sistema 6+6. Actualmente se fabrican en Alemania acordeones de 4 hileras de botones (logicordeons) con este sistema.
ResponderEliminarPietro Frosini famoso acordeonista italiano inventó, probablemente en 1906, un sistema de bajos libres basado en el sistema 6+6 que desafortunadamente nunca se popularizó.
ResponderEliminarPietro Frosini famoso acordeonista italiano inventó, probablemente en 1906, un sistema de bajos libres basado en el sistema 6+6 que desafortunadamente nunca se popularizó.
ResponderEliminarEn 1953 John H. Reuther dió a conocer en EUA el acordeón de teclado uniforme. Este tiene 3 hileras de teclas (la tercera está conectada mecánicamente a la primera). La disposición de las notas se basa en el sistema utilizado por Paul von Jankó en la construcción de pianos que hoy se conoce como sistema 6+6. Actualmente se fabrican en Alemania acordeones de 4 hileras de botones (logicordeons) con este sistema.
ResponderEliminarActualmente se están fabricando en la República Checa acordeones cromáticos bisonoros "Atzarin" de 3 hileras de botones y 72 bajos. Yo también tengo una propuesta para una nueva distribución de notas para un acordeón cromático bisonoro de 4 hileras de botones y 72 bajos https://1drv.ms/w/s!AvWwpX7rGvssg0iktxbXjT5kmh3P
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