viernes, 7 de enero de 2011
Historia y evolución del acordeón Parte 2
3. LOS ÓRGANOS DE BOCA EN HAZ
Entre los diversos mitos de creación de los instrumentos musicales los antiguos chinos reservaron un lugar preferente al Sheng. Su clasificación instrumental se basaba en los materiales utilizados en la fabricación; materiales más mágicos que acústicos. Por ello, la calabaza es la materia del órgano de boca, instrumento fijo de acuerdo con el cual debían regularse todos los demás. El órgano de boca representa además, el instrumento sintético por excelencia en el cual quedan expresados en forma alegórica los reinos mineral (lengüetas metálicas), vegetal (tubos de bambú, cuencos de madera) y animal (embocadura en forma de cuello de oca).
El Sheng suele estar compuesto por 17 tubos de bambú de distinta longitud, de los cuales el más largo puede llegar a medir unos 50 cm., y colocados en círculo. En principio se encuentran enfrentados dos a dos, los más pequeños pegados y los más grandes simétricamente separados. Todos ellos se juntan en la cámara de aire, que es de madera labrada, y lacada en su parte externa. El Sheng es el único instrumento chino afinado por semitonos que permite emitir simultáneamente –además de las notas dobles a distancia de cuarta y de quinta- tres o cuatro notas e incluso más. La extensión abarca desde el La 3 al Mi bemol 5, es decir, una octava y media aproximadamente, siendo utilizada la escala pentatónica (por ejemplo: La, Si, Re, Mi, Fa sostenido). La sonoridad es de una delicadeza extrema y el timbre suave y velado. Especialmente apropiado para las orquestas de Corte o de teatro en las que los acordes prolongados del Sheng acompañan el canto de forma admirable.
Los modelos japonés y Coreano son casi idénticos al instrumento chino: el Sho de Japón, también con 17 tubos de bambú, lleva un depósito de aire cuya parte superior (por la que penetran los tubos) aparece cubierta por una placa de cuerno de bisonte de mar o de búfalo. Los tubos están colocados de dos en dos formando un círculo; producen los sonidos siguientes: Fa sostenido 5, Sol 4, Fa sostenido 4 , Mi 4, Do sostenido 4 , Sol sostenido 4, Si bemol 3, Do sostenido 5, Si 4, La 4, Re 5, La 3, o, Do 4; en la actualidad se utilizan once acordes en el género "gagaku" cada uno de los cuales hace vibrar juntamente de 5 a 7 tubos. El órgano de boca es el instrumento armónico por excelencia de Japón, con sus sonoridades dulces y algo veladas; es, por otra parte, un instrumento noble, estrictamente reservado a la interpretación de música imperial. El KLEDI de Borneo presenta la misma disposición circular de tubos, cuyo número no supera los seis (5 melódicos y un bordón), siendo este el modelo más primitivo de órgano de boca perteneciente al primer tipo descrito hasta el momento.
4. LOS ÓRGANOS DE BOCA EN FORMA DE BALSA
El KHEN, verdadero instrumento nacional de Laos (que también podemos encontrar al norte de Birmania), ilustra al segundo de los tipos de órganos de boca: presenta una doble fila de tubos de bambú paralelos formando una red plana de una longitud que oscila entre uno y tres metros. Esta red pasa a través de la cámara de aire, bastante estrecha y construida, por lo general, de madera labrada o de marfil. En este caso, puede considerarse que se trata de dos balsas situadas una a continuación de otra, atravesando de parte a parte la cámara de aire. El número total de tubos (generalmente 14 o 16) puede llegar a 26. Hay que hacer notar que las lengüetas de este instrumento son cuneiformes, así que a pesar de su tamaño estos órganos de boca resultan lo bastante ligeros incluso para ser transportados por niños. Su sonoridad es más redonda que la de los instrumentos chinos y japoneses, y su técnica interpretativa se presta a virtuosismos polifónicos.
No hay duda de que el Khen supone la forma más evolucionada de órgano de boca con filas de tubos. Los otros modelos son variantes simplificadas de este: el MBUAT vietnamita (que también aparece en Camboya) presenta solamente 6 tubos de bambú instalados en dos grupos divergentes (uno de 4 tubos y otro de 2) por lo que el instrumento adapta la forma de V; las lengüetas son de bambú. Encontramos el mismo modelo de órgano de boca en forma de V en Bangladesh (antigua Bengala oriental): el número de tubos es, en este caso, más variable. El KYEN, o FULU, del norte de Laos y de Birmania, adopta la forma de V o de X: en este último caso las dos filas de tubos se cruzan en el interior de la cámara de aire y se prolongan por encima de esta. Conviene destacar la presencia en algún instrumento de este tipo de fundas de bambú que cierran en el extremo superior de los tubos, en tanto que a la altura de algunos agujeros se colocan envolturas también de bambú: según A. Schaeffner se trata de resonadores o bien de formas mixtas de bordón y sordina.
También hay órganos de boca en Bangladesh, en Birmania y en el Vietnan central, que llevan un solo tubo del tamaño de un hombre. Se dividen en dos variedades: los que utilizan este tubo únicamente como bordón, y aquellos que por tener varios agujeros pueden ser comparados con el clarinete (aunque se trate de instrumentos de lengüeta libre). Estos órganos de boca, tienen una embocadura perpendicular a la dirección vertical del tubo, y la cámara de aire, que es una calabaza alargada, está situada hacia la mitad del mismo.
En cuanto a los órganos de boca en occidente, ya hemos visto como se introdujeron hacia la segunda mitad del siglo XVIII y los diversos experimentos que impulsó. Sin embargo, es muy posible que la historia occidental de los instrumentos de lengüetas libres tenga también otro aspecto. Por ejemplo, Klier, una muy notable autoridad en esta materia, ha sugerido que los instrumentos austriacos y alemanes de 1818-1821, gracias a los cuales los populares instrumentos de esta clase vieron por primera vez la luz pueden que le deban menos a las lengüetas libres de metal que se soplan que a las que se pulsan. Hay dos tipos que usan este tipo de ejecución: el "sansa africano", cuyo posterior equivalente puede que sea la caja de música suiza, y la "guimbarde" europea o arpa hebrea.
Las guimbardes compuestas que poseían hasta 6 lengüetas de diferente afinación se construyeron en Austria y hacia 1814 un fabricante bávaro, Eschenbach, experimentó con una versión de teclado de lengüetas pulsada (aunque un modelo posterior suyo tenía fuelles). Por consiguiente, sigue siendo una pregunta sin respuesta hasta que punto se concibieron los instrumentos soplados como Sheng perfeccionados o Guimbardes de soplo. La verdad puede que contenga elementos de ambos tipos, al tiempo que también la costumbre de tocar melodías con una corteza de abedul sostenida frente a la boca, que se sabe se practicaba en las montañas de Harz, sugiere otro posible precursor.
Hasta aquí hemos analizado la aparición de uno de los elementos fundamentales del acordeón como es la lengüeta, que como hemos podido apreciar parece tener un origen oriental. Para terminar con este apartado de los orígenes, supuestos orígenes por la falta de fuentes contrastadas cabe mencionar un instrumento que históricamente se ha emparejado al acordeón, incluso llegando a decirse que el origen de ambas era similar. Este instrumento es el armonio.
Sin embargo, es inconcebible la doctrina de que el armonio es el origen del acordeón por errores cronológicos.
El armonio se inicia el 1842 cuando el parisino A. Fr. Debain (uno de los promotores del acordeón) ideó un instrumento que iba a conocer el favor de salones e iglesias donde no había órgano (por ello será también un "órgano de estudio" y, llegado el caso, un instrumento complementario en las orquestas de teatro; por ejemplo aparece en la ópera de Richard Strauss "Ariana en Naxos", donde refuerza la sección de los vientos).
Tal instrumento está alimentado por un fuelle y provista de un teclado con juegos y registros. Es un instrumento complemente distinto al órgano por estar compuesto de lengüetas libres en lugar de tubos.
A pesar de estar compuesta de lengüetas su forma, estructura le separa del acordeón. Tiene el aspecto de un piano recto, compacto y macizo, lleva un mecanismo de lengüetas libres percutidas por martillos (llamadas "percusión") accionadas por las teclas. La longitud de cada lengüeta determina la altura sonora y, gracias a los martillos, el ataque resulta especialmente rápido y preciso. Las lengüetas vibran debido a la acción del aire acumulado en un depósito alimentado por dos fuelles, las cuales quedan conectadas directamente con cada una de las lengüetas por medio de un dispositivo adecuado. De todo ello resulta la posibilidad de dosificar con una mayor sutileza la intensidad sonora. Los fuelles son accionados alternativamente por dos pedales.
El armonio dispone de un número variable de "registros" distribuidos sobre el teclado, cada uno de los cuales está dividido en dos semi-registros, uno para los agudos y otro para los graves, lo cual permite tocar con cada mano un registro distinto. Hay un refinamiento suplementario que consiste en las dos rodilleras introducidas con el nombre de "doble expresión" (son palancas móviles accionadas con las rodillas y que permiten matizar distintamente los agudos y los graves). Algunos armonios poseen un doble teclado y pedalero cuyos fuelles están alimentados por un motor eléctrico. La extensión del instrumento es, por lo general, de cinco octavas.
Antes de adentrarnos en la historia más reciente del instrumento, de 1777 hasta nuestros días, donde las fuentes son más claras y contrastadas, es necesario a nuestro parecer realizar un apunte acerca del tema que vamos a finalizar.
La doctrina que sitúa el origen del acordeón en oriente, no es totalmente cierta, pero tampoco debemos considerarla como una auténtica falacia.
Tal y como señalamos a la hora de hablar de los elementos fundamentales del acordeón, este se caracteriza por dos principios: el principio de producción mecánica del aire por medio del fuelle; y el principio de la lengüeta.
Es cierto que la lengüeta es un elemento fundamental en este instrumento; y también parece ser cierto que este elemento de la lengüeta tiene un origen asiático. Ahora bien: esto no es óbice para señalar que el origen del acordeón es asiático; será uno de los elementos fundamentales del acordeón, la lengüeta, pero no el instrumento en sí mismo considerado, como una fusión entre el principio de fuelle y el de lengüeta. A nuestro parecer, el instrumento que de vida al acordeón actual debe de estar compuesto por esos dos elementos.
Uno de ellos, la lengüeta, la hemos situado en oriente. Queda el fuelle, cuyo origen puede no ser estrictamente musical. Podemos encontrarnos con fuelles manuales, destinados a usos cotidianos diversos y diferentes de la mera producción musical.
El estudio del origen del fuelle y su aplicación al lenguaje musical es uno de los capítulos más interesantes y más difíciles a la hora de realizar un trabajo de investigación que coloque los pilares de este instrumento.
En este trabajo no podemos adentrarnos en tales labores por la falta de tiempo para llevar a cabo una investigación de tales magnitudes, no sólo a nivel musical, sino en el ámbito puramente social, cotidiano del que parece arrancar dicho principio del fuelle.
Fuente: Pablo Cepeda http://www.adamar.org/oldesign/num5/
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