viernes, 7 de enero de 2011

Historia y evolución del acordeón Parte 3

5. EL ACORDEÓN A PARTIR DE 1777


En este fecha de 1777 parece ser que Père Amiot comenzó a emplear el sistema chino de las lengüetas para la construcción de órganos y otros instrumentos como la "Haeckel´s Physharmonica" (Viena, 1818).

Jean Joseph Marie Amiot [nacido en Toulon, 8-2-1718, muerto en Pekín 9-10-1794] era un misionero jesuita que publicó un estudio sobre la música china (París, 1779), que constituye el VI volumen de la Mémoires concernant l´histoire, les sciences, les arts... des Chinois (15 vol., París, 1780). Es en realidad la traducción del Ky yo King Chuen de Li-Koang-Ti (Pekín, 1727).

Sin embargo, no será hasta el 1821 el momento en el que podemos hablar de la "creación". Tal año, el berlinés Christian Friedrich Ludwig Cuschmann (1805-1864) construyó "Aura", y la desarrolló en el mismo año, añadiendo un teclado de botones y un fuelle manejado con la mano, bajo el nombre de "Handaeoline".



Estos primeros acordeones contaban con diez botones e melodía y dos de bajos. Cada tono tenía su lengüeta y cada botón de la melodía controlaba dos tonos. Pronto se extendería por toda Europa, donde aparecerían numerosas agrupaciones orquestales. Dicho acordeón continua siendo popular hoy en día en Suiza y Austria.

Posteriormente, el 1829, Cyrillus Demian (1772-1847) construyó en Viena un instrumento que patentó con el nombre de "Accordion" o "acordeón".



La construcción la realizó sobre el principio de la guimbarda, que se hacía vibrar con el soplo. Bien pronto se aumentó el número de lengüetas, aumentando también el tamaño del aparato, y cuando fue insuficiente el aire de los pulmones, se le añadió un pequeño fuelle y una serie de teclas o pistones. Este instrumento portátil, de viento, consiste en dos pequeños fuelles de mano, a un lado de los cuales está adherida una tabla que contiene distintas teclas o pistones, según el tamaño del instrumento. Estos pistones, al comprimirse, abren ciertas válvulas, que hacen que el viento se introduzca en unos tubitos de metal al fondo de los cuales corresponden dobles lengüetas, arregladas de tal manera que producen dos notas, una al dilatar y otra al comprimir los fuelles. La mano derecha maneja las teclas y la izquierda los fuelles, en cuya parte inferior, casi siempre, hay dos especies de llaves que llevan el viento a otros tubos y dejan oír una sencilla armonía, por lo regular los acordes de la tónica y de la dominante. Por esta descripción se comprenderá que el instrumento de que se trata no pasa de ser un juguete. En años posteriores, el mismo Demian y sus hijos Karl y Guido continuaron el progreso encaminado a sacar partido de la invención de este instrumento.

Nos encontramos con un instrumento nuevo y de grandes posibilidades. Este, hizo que el núcleo central en la invención y producción del primitivo instrumento, Viena, diera paso a una pluralidad de centros que continuaron, cada cual por su camino, en el desarrollo de este instrumento. Algunos de esos centros fueron Bélgica, con Charles Buffet; Francia, con Napoleón Fourneaux y M.Busson; Alemania, con H. Band, que a pesar de no ser una potencia tuvo una gran importancia a mediados de siglo; y, Gran Bretaña, con Sir Charles Wheatstone.

Este último, inventó el 1829.30 en Londres un modelo muy evolucionado inspirado en el ejemplar de Buschmann: la concertina, instrumento pequeño de figura hexagonal u octogonal, de fuelle muy largo y teclados contantes en ambas caras o cubiertas, en el que se hacen vibrar las lengüetas metálicas por medio del fuelle. Este instrumento fue muy popular durante la primera mitad del siglo XIX, siendo introducida en música de cámara y orquestas.



En Alemania también tuvo auge este instrumento en manos de C. F. Uhlig, quien construyó la primera concertina en ese país el 1934.

Hoy en día se siguen fabricando concertinas de acción y doble acción.

La concertina era todavía un sistema sencillo, primitivo, de pocas posibilidades; fruto de su desarrollo, de su evolución podemos considerar el invento de H. Band, hacia el 1850: el bandoneón. Este alemán de Krefeld creó un instrumento de 28 teclas para la mano derecha, y de 23 teclas para la izquierda. Se caracteriza por su tamaño, y por su timbre especial. El bandoneón tuvo y tiene aún en la actualidad un gran auge en Argentina, donde son característicos los tangos ejecutados con este instrumento.

En apenas medio siglo de vida del instrumento podemos observar la cantidad de variaciones, mutaciones que ha sufrido ese sistema elemental de fuelle y lengüetas. Sin embargo, esta frenética invención y desarrollo de nuevos sistemas, cada vez más lógicos y racionales tendrá un alto el 1859, cuando el francés Busson establece el modelo a seguir, sustituyendo los anticuados botones por un teclado. Se produjo una fuerte expansión introduciendo hasta seis filas de botones para los bajos, que incluían notas simples, acordes mayores, menores, dominantes y disminuidas.

En torno a estas fechas nacen en diversos países importantes empresas del acordeón como Hohner (Trossingen, 1857); Soprani (Castelfidardo, 1872); y Dallapé (Stradella, 1876).

Todas estas empresas han sido fundamentales en la evolución del instrumento gracias a la labor de investigación y desarrollo realizado. Pero de todas ellas cabe destacar la fábrica de MATHIAS AG. HOHNER. La empresa Hohner es una fábrica alemana de acordeones establecida en Trossingen (Wurtemberg). Fue fundada en 1857 por Mathias H. (1833-1902), quien, con modernos métodos de producción, logró una rápida difusión por Europa y América. Continuada por los hijos de M. H., la sociedad emplea en la actualidad a unos 4000 obreros. Esta sociedad ha fundado una escuela de música en Trossingen y una editorial. Desde 1945, también fabrica saxofones e instrumentos de música electrónicos.

A partir de los años sesenta, el acordeón gozará de un gran auge y comenzará a concretizar, determinar un campo musical, del cuál será parte indispensable: la cultura de los países. Se convierte en el instrumento del pueblo, de la cultura de un pueblo, de las danzas, del folklore.

Los primeros cincuenta años de vertiginosa invención el instrumento dan lugar a prácticamente un siglo entero de relajación, de asentamiento, de apogeo; el instrumento sencillo que la doctrina caracterizaba de juguete, de muy poco valor artístico, se convierte en un elemento indispensable de la cultura de todos los Estados. Se comienza a descubrir el bastísimo campo de aplicación del acordeón.


Este auge, florecimiento del acordeón tendrá su culminación con la creación de escuelas importantes. Así el 1931 en Trossingen se funda la escuela del acordeón, que se convertirá el 1948 en la academia oficial estatal bajo la dirección de Hugo Herrman (nacido en Ravensgurg, Wurtemberg, 19-4-1899; muerto en Stuttgart, 7-9-1967). Este compositor alemán, profesor de oficio fue autodidacta en el campo musical antes de iniciar estudios en el conservatorio de Stuttgart, y en la Musikhochschule de Berlín. Antes de ocupar el puesto de director de coro en Alemania, América (Detroit, 1923-25) y en Reutlingen.

H. Herrman además de la gran labor que realiza en el mundo del acordeón, dándolo a conocer por todos los Estados, fue un gran compositor que empleó el acordeón en sus obras. A él se le atribuye la obra "SIEBEN NEUE SPIELMUSIKEN" de 1927, conocida por ser la primera composición exclusiva para acordeón.

La influencia de las escuelas alemanas se extendieron por el resto de países.

Gr. Br., fue una de as primeras en seguir el ejemplo alemán con la creación el 1936 de la "BRITISH COLLEGE OF ACCORDIONISTS".

Desde primeros del siglo XX se han dado cantidad de obras para el instrumento. Sonatas, conciertos y otras muchas composiciones han sido realizadas por Robert Russell Bennett, Ivor Beynan, Paul Creston, David Diamond, Roy Harris, Hugo Herrmann, Alan Hovhaness, Wolfgang Jacobi, Paul Pisk, G. Romani, William Grant Still, Virgil Thomson, Herman Zilcher, etc...

Otros compositores de prestigio también han utilizado en sus composiciones el acordeón, caso de Berg en "Wozzeck" (1917), Paul Dessau en "The Trial of Lucullus", Prokofiev en "Cantata en el 20 aniversario de la Revolución de Octubre Op.74", Seiber en "Introducción y Allegro para chelo y acordeón", Roberto Gerhard en "various works". Glinka utilizó el acordeón en "Rooslan y Ludmilla" el año 1842. Tchaikowsky introduce una parte de acordeón en su Suite Nº2 en Do Mayor. En 1929, Chostakovich introduce acordeón en su ballet "La Edad de Oro". Hindemith escribe su "Kabernus sik" Nº1 para acordeón solista y orquesta de cámara.

Para finalizar con este apartado dedicado a la evolución del acordeón desde Père Amiot hasta mediados del siglo XX, más o menos, señalar la existencia de otros instrumentos del mismo género basados en principios semejantes, inventados por diferentes constructores tales como el EOLODION de Eschembach; la EOLINA de Koenigsheven y Schlimbach; el EOLOMELODICON de Brunner; y el AEROFONO de Christian Dietz, que no es otra cosa que la fisarmónica de Hackel.

En la colección de instrumentos de música de Berlín existe un ejemplar de acordeón, llamado MELOFONO, que tiene la forma de una guitarra, dentro de cuya caja sonora se encuentra el fuelle, que se mueve tirando con la mano de una varilla.

Señalar también las diferentes variantes del acordeón como el ACORDEÓN-CLARINETE, instrumento que figuraba en la bella colección de Sax, quien lo adquirió en Manila; el ACORDEÓN DE PISTÓN, variante inventada por Alexandre: tiene registros que permiten hacer sonar, con la ayuda de una sola tecla, diferentes registros, solos o aisladamente; el ACORDEÓN-FLAGEOLET, mezcla del acordeón y del órgano chino. Provisto de lengüetas, tenía 25 llaves y 8 agujeros (colección de Sax); el ACORDEÓN-FLUTINA, instrumento inventado por Busson en 1851. Este mecánico fue el propagador del acordeón, cuya invención desarrolló en todos los sentidos, ideando los trémolos perfeccionados y los acordeones-órganos de simple y doble juego, provistos de registros especiales; el ACORDEÓN-PIANO, construido en París el 1852 por Boulon. Ofrecía este instrumento la reunión del acordeón y del piano.

Fuente: Pablo Cepeda http://www.adamar.org/oldesign/num5/

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